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La Comisión de Control de Finanzas Públicas celebra una reunión sobre el informe de evaluación del programa nacional "Ciudades sin barrios de chabolas"

La Comisión de Control de Finanzas Públicas celebró el martes 23 de junio de 2020 una reunión presidida por Driss Sqalli Adaoui, dedicada a una presentación sobre el informe de evaluación del programa nacional de “Ciudades sin chabolas'', elaborado por el Tribunal Suprior de Cuentas, a petición de dicha Comisión en aplicación del artículo 148 de la Constitución.

Este informe presentado por, Driss Jettou, Primer Presidente del Tribunal Suprior de Cuentas, se enmarca en el programa de control anual de la Comisión de Control de Finanzas Públicas.

La presentación puso de relieve los objetivos de la misión de control llevada a cabo por el Tribunal Suprior de Cuentas, teniendo en cuenta las preguntas parlamentarias planteadas por la Comisión para la elaboración de este informe, evaluando los diversos aspectos del programa, su concepción, su programación, su planificación, sus resultados, sus medios de su ejecución y sus efectos en la población beneficiaria. Esta misión también analizó la idoneidad de las respuestas formuladas por el programa al problema de los barrios marginales, y la compatibilidad de sus herramientas de trabajo con la naturaleza y el origen del fenómeno, así como evaluar la concepción del programa y su coherencia con otros programas, analizando la complementariedad de sus procedimientos con los sistemas de control y las medidas de prevención aplicables.

La evaluación examinó la operación de la programación local y los convenios de financiación e implementación conexos, asegurándose de que su ejecución fue llevada a cabo de acuerdo con los principios de competencia y eficiencia, destacando las principales restricciones que puedan obstaculizar su implementación correcta. Asimismo, se procedió a evaluar la gobernanza del programa y su sistema de control y seguimiento, analizar los medios financieros, los planes de financiación adoptados y cuestionar su sostenibilidad y analizar la situación de los bienes inmuebles designados al programa.

El programa de "Ciudades sin barrios de chabola" fue lanzado en 2004 en el marco de la política estatal en materia de vivienda, de acuerdo con las directrices reales y las declaraciones del Gobierno, así como en consonancia con los objetivos de desarrollo sostenible suscritos por nuestro país. Este programa tenía como objeto erradicar todos los barrios de chabola en todas las ciudades marroquíes en el horizonte del año 2010 (o al menos hacer de ello un fenómeno marginal) y tratar a 217,000 familias en 70 ciudades y centros urbanos. Hasta finales de 2018, el programa seguía vigente y abarcó a 472,700 familias en 85 ciudades y centros urbanos.

Con respecto a la importancia del programa y sus efectos, las observaciones más importantes registradas por el Tribunal Superior de Cuentas concluyeron que los barrios de chabola son un fenómeno arraigado que es difícil de erradicar, y que la mejora de las condiciones de vida de las familias pobres es un enfoque incompleto basado principalmente en la vivienda. En el mismo sentido, fue señalado que había problemas y dificultades en la autoconstrucción de las parcelas de realojamiento, registrando un fracaso en lo que respecta a la consecución de los objetivos previstos de las operaciones de reestructuración y la existencia de lagunas en la gestión posterior al desplazamiento en las operaciones de realojamiento.

Con respecto a la programación, la gobernanza, el seguimiento y la evaluación el Tribunal Suprior de Cuentas registró que la programación es imprecisa, sin determinar las responsabilidades de los actores, la debilidad de las instancias de gobernanza y los desequilibrios a nivel de seguimiento y evaluación del programa.

En lo relativo a la eficiencia del programa, la institución constitucional destacó que el plan de financiación que había alcanzado sus límites no era eficaz, y que los criterios de las operaciones de financiación no fueron controlados.

El Tribunal Suprior de Cuentas también registró que la gestión del solar experimentó una insuficiencia respecto a las necesidades, así como la ausencia de encuestas inmobiliarias, la complejidad de los procedimientos de adquisición de tierras y el uso desequilibrado del solar con una rentabilidad económica débil.

En suma, el Tribunal Superior de Cuentas reveló que los objetivos del programa fueron objeto de repetitivos cambios, que los plazos finales no fueron cumplidos y que las ciudades fueron declaradas "ciudades sin chabolismo" sin cumplir con todos los requisitos.

A la luz de los resultados de la misión de control del programa de ciudades sin chabolismo, el Tribunal Superior de Cuentas recomendó al Gobierno lo que sigue:

- Remedir algunas deficiencias que obstaculizan un buen control de los programas públicos, especialmente los relacionados con la lucha contra la vivienda insalubre como las "ciudades sin chabola";

- Adoptar un enfoque integrado para el desarrollo humano que vaya más allá del objetivo de "vivienda" para incluir aspectos económicos y sociales en los nuevos sitios de alojamiento;

- Desarrollar la oferta ofreciendo soluciones más diversificadas con respecto a los productos de vivienda o apoyo financiero;

- Actuar de manera más rigurosa en la lucha contra el fenómeno de la proliferación de las viviendas insalubres.