La Cámara de Representantes aprobó por mayoría, el jueves 8 de diciembre de 2022, el conjunto del proyecto de ley de finanzas 50.22 para el año fiscal 2023, en segunda lectura, durante una sesión plenaria legislativa presidida por el Primer Vicepresidente de la Cámara de Representantes, Mohamed Sabbari, en presencia de la Ministra de Economía y Finanzas, Nadia Fettah Alaoui, el Ministro delegado ante la Ministra de Economía y Finanzas encargado del Presupuesto, Fouzi Lekjaa y el Ministro delegado ante el Jefe de Gobierno encargado de las Relaciones con el Parlamento y Portavoz del Gobierno, Mustapha Baïtas.
El proyecto de ley de finanzas 50.22 para el año fiscal 2023 fue aprobado por 102 diputados, mientras que otros 27 se opusieron al mismo, sin registrar ningún caso de abstención.
El proyecto fue aprobado en la Cámara de Representantes, tal y como fue remitido por la Cámara de Consejeros, tras la aprobación de una serie de enmiendas relativas al Código General de Impuestos. En este marco, los diputados llamaron a la preservación de la justicia fiscal y territorial y a la adopción de una visión hacia la garantía de la estabilidad fiscal.
Las enmiendas introducidas al proyecto, cuyo número alcanzó 53, tal y como fueron remitidas por la segunda Cámara, conciernen especialmente a los artículos 3, 4, 6, 23, 40 (Tabla A), 45 (Tabla B), así como la adición del artículo 17 bis.
Las enmiendas introducidas incluyeron los artículos relativos a la retención a la cuenta para las personas morales y jurídicas, mediante la reducción de la tasa del impuesto del 10 al 5 % para las personas morales y del 15 al 10 % para las personas físicas.
El Gobierno se basó en la elaboración del proyecto de ley de finanzas 2023 en varias hipótesis, a saber: aumentar la demanda externa (fuera de los fosfatos y sus derivados) al 2,5%, determinar la cosecha agrícola aproximadamente en 75 millones de quintales, el precio promedio del gas butano en 800 dólares por tonelada, así como el tipo de cambio del euro frente al dólar en 1044; prever un nivel de crecimiento del 4% y una tasa de déficit presupuestario del 4,5% del producto interior bruto, además de limitar el nivel de inflación al 2%.