Señor Presidente de la Unión Interparlamentaria;
Señora Presidenta de la Asamblea Nacional de Ruanda;
Señoras y señores parlamentaria/os, representantes de los Parlamentos hermanos y amigos;
Señoras y señores, cada uno en su calidad y nombre;
Estimados colegas;
En primer lugar, me gustaría expresar mi sincero agradecimiento a la República de Ruanda, dirigentes y pueblo, por albergar los trabajos de esta Asamblea y por la calurosa acogida y la hospitalidad.
Estimada/os señoras y señores
El tema elegido para esta sesión, “la igualdad de género y los parlamentos sensibles al género como impulsores del cambio para un mundo más pacífico y resiliente” es de suma importancia en el momento actual y sigue siendo una de las principales preocupaciones del Reino de Marruecos que les presta especial atención en términos de acción, seguimiento y evaluación, según un enfoque de coherencia e integración entre las relaciones y dimensiones de derechos humanos, políticas, sociales, culturales y de desarrollo de nuestro país.
No se trata solo de asignar una proporción de escaños o de reforzar la representación de la mujer en las distintas posiciones, sino de establecer una cultura de participación efectiva, igualitaria y equitativa de ambos sexos en la gestión de los diversos aspectos de la vida privada y pública.
En este contexto, hemos tenido presenta en el Parlamento marroquí las recomendaciones de la 127ª sesión de la Unión Interparlamentaria, celebrada en Quebec en octubre de 2012, recogidas en el Plan de Acción Parlamentaria para los Parlamentos sensibles al enfoque de género. Estas recomendaciones se convergen perfectamente con el proceso de transformación que el Reino de Marruecos había emprendido, en particular desde 2002. En la Cámara de Representantes de Marruecos la representación de las mujeres pasó de dos diputadas en 1993 a 96 en 2016, 6 de ellas elegidas por sufragio universal directo y 90 diputadas en las circunscripciones regionales, lo que constituye un momento de gran transformación cualitativa en un marco general que trasciende paulatinamente todo motivo de vacilación y preservación del nivel social y cultural.
Con respecto a la Cámara de Consejeras, hemos registrado un importante avance que había acompañado las diversas transformaciones jurídicas y organizativas que ha vivido Marruecos desde la adopción de la Constitución de 2011. Así, el número de mujeres representadas en la Cámara de Consejeras alcanzó 12 mujeres consejeras en 2015, mientras que este número ha ascendido durante la actual Legislatura a un total de 14 consejeras.
Consideramos que el marco legislativo en Marruecos constituye un terreno adecuado para la promoción de la igualdad de género y la no discriminación por razón de sexo. La Constitución del Reino de 201, en tanto que ley suprema del país, establece la prohibición de "toda forma de discriminación, por razón de sexo, color, creencia, cultura, pertenencia social o regional, idioma, discapacidad o cualquier condición personal, cualquiera que sea”. Sus disposiciones prevén, asimismo, el principio de igualdad de derechos entre los sexos, incluidos los derechos civiles, políticos, económicos, sociales, culturales y medioambientales (Artículo 19), el derecho a la integridad física y moral (Artículo 22), así como el principio de paridad a través de la creación de la Autoridad para la Paridad y la Lucha contra Toda Forma de Discriminación (Artículos 19 y 164), adoptando una ley relativa a esta Autoridad en 2017. En 2015, Marruecos rectificó también un proyecto de ley que aprueba el Protocolo Facultativo de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer.
En este sentido, el Código de la Familia en Marruecos constituyó un verdadero punto de inflexión en la historia de la legislación de nuestro país, y un salto cualitativo en el camino de la promoción de los derechos de la mujer y el niño, ya que se modificaron las disposiciones de la Ley del Estatuto Personal a favor de las mujeres y los niños, especialmente en lo que se refiere a su derecho al matrimonio, al divorcio, a la tutela y la custodia. De conformidad con este Código, la madre marroquí tiene derecho a dar su nacionalidad a sus hijos de un marido no marroquí.
En cuanto a la situación de las mujeres en los partidos políticos, estos, a su vez, se han interesado en la política de empujar a las mujeres a entrar en la vida política con fuerza, especialmente porque eran muy conscientes de que la principal responsabilidad de apoyar a las mujeres en el parlamento y los consejos representativos recae en los partidos, lo que establece expresamente la Constitución marroquí en su Artículo 7 “Los partidos políticos concurren a la socialización política de la/os ciudadana/os, promoción de su implicación en la vida nacional en la gestión de los asuntos públicos.”
En materia de lucha contra la violencia contra la mujer, Marruecos reforzó su sistema institucional y jurídico al aprobar una ley relativa a la lucha contra la violencia contra la mujer en 2018, que estableció un conjunto de disposiciones represivas que tipifican como delito ciertas prácticas como el matrimonio forzado o el acoso sexual, así como los mecanismos institucionales para apoyar a las mujeres víctimas de violencia, prevenir todas sus formas y garantizar el apoyo y la orientación necesarios para acceder a los servicios disponibles destinado al cuidado de las mujeres víctimas de violencia. Así, se crearon comités nacionales, regionales y locales, así como células para atender a las mujeres víctimas de violencia.
Además de estas medidas, anualmente se organizan campañas de sensibilización para combatir este fenómeno. Todas estas medidas se han visto reforzadas con la puesta en marcha de un programa de creación de 65 espacios multifuncionales para las mujeres a nivel regional y local para atender a las mujeres víctimas de violencia (acogida, escucha, alojamiento temporal, orientación y apoyo médico, psicológico y social) y el lanzamiento de una estrategia nacional 2020-2030 para combatir la violencia contra las mujeres.
Las directivas reales son un potente motor de modernización y feminización de la sociedad marroquí, ya que registramos, desde la accesión de Su Majestad al trono, la satisfacción del movimiento modernizador de mujeres en nuestro país tanto en su vertiente política como civil, por la firme voluntad de Su Majestad el Rey con el fin de promover los derechos de la mujer y conseguir la igualdad efectiva en consonancia con la Constitución del país y los convenios internacionales suscritos por Marruecos en este contexto.
Estamos seguros de que el trabajo para lograr la igualdad de género continúa y requiere esfuerzos concertados y todos los recursos para conseguir la meta deseada. El logro de la paridad y la mejora del papel de la mujer sigue estando presente en la formulación de diversas leyes y programas nacionales, con el fin de empoderar aún más a las mujeres con los mismos derechos y deberes que los hombres en diversos campos.
Por último, estimados colegas, les aseguramos que en Marruecos somos conscientes de que la igualdad de género es una puerta de entrada a la sociedad de desarrollo y bienestar y una necesidad para construir un Estado democrático basado en la inteligencia colectiva de mujeres y hombres. Asimismo, nos hemos dado cuenta de que la batalla para lograr este objetivo es muy larga y requiere una voluntad política fuerte; se trata de una batalla multidimensional que no puede emprenderse de forma parcial, por lo que hemos apostado por trabajar en todos los frentes: económico, político y cultural. Del mismo modo, aspiramos a lograr una amplia coordinación entre los parlamentos nacionales en materia de promoción del diálogo y el intercambio de experiencias para seguir adelante colectivamente hacia un mundo mejor, un mundo de paz, justicia y bienestar social.
Gracias por su atención.