Su Excelencia el Presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron,
Señoras y señores miembros de la delegación que acompaña a Su Excelencia el Presidente,
Señor Presidente de la Cámara de Consejeros,
Señor Jefe de Gobierno,
Señoras y señores Ministra/os,
Señoras y señores miembros de ambas Cámaras del Parlamento,
En nombre de los miembros de la Cámara de Representantes y de la Cámara de Consejeros, es para mí un gran placer dar la bienvenida a Su Excelencia el Presidente al Parlamento del Reino de Marruecos, en tanto que gran invitado de Su Majestad el Rey Mohammed VI, que Dios Le Asista.
Si su visita, Excelentísimo Señor Presidente, a Marruecos, por amable invitación de Su Majestad, que Dios Le Glorifique, encarna las relaciones históricas y la amistad sólida, multidimensional y polifacética entre la República Francesa y el Reino de Marruecos, su acogida bajo esta cúpula en concreto es más que simbólica, siendo en parte un testimonio de los numerosos y nobles valores que comparten nuestros dos países.
Se trata de los valores de la democracia, los derechos humanos, el pluralismo político y partidario, el Estado de derecho y las instituciones surgidas de elecciones libres.
Excelentísimo Señor Presidente
Quisiera aprovechar esta ocasión de su acogida en el seno de la institución legislativa marroquí para recordar, en primer lugar, lo mencionado en el Alto Discurso dirigido por Su Majestad el Rey Mohammed VI a los miembros del Parlamento con ocasión de la apertura del actual periodo de sesiones, el pasado 11 de octubre, en el que Su Majestad expresó, en su nombre y en el del pueblo marroquí, la más sincera expresión de agradecimiento y gratitud a Francia por este incontestable apoyo a la marroquidad del Sáhara, su reconocimiento de la soberanía del Reino sobre la totalidad del territorio del Sáhara y su apoyo a la iniciativa de autonomía en el marco de la integridad territorial de nuestro país, como única base para el arreglo de este diferendo regional artificial sobre la integridad territorial del Reino de Marruecos.
Esta es también una oportunidad para que nosotros, como representantes electos del pueblo marroquí, expresemos nuestro agradecimiento y gratitud por esta posición a favor de la legitimidad histórica, asegurándole que los componentes representados en el Parlamento marroquí, y a través de ellos todo el pueblo marroquí, tendremos presente esta sabia posición, a favor de la verdad y de la legitimidad, tal como subrayó Su Majestad el Rey, respecto a una cuestión sagrada y existencial para los marroquíes, la de la integridad territorial del Reino.
Su Excelencia el Presidente
El Parlamento del Reino de Marruecos, que tiene el honor de acogerle hoy, es una de las manifestaciones de la madurez alcanzada por la democracia marroquí y de las reformas acumuladas por el Reino para establecer un modelo democrático, auténtico y arraigado, regido por una Constitución avanzada y liberadora, cuyo objetivo principal es garantizar los derechos humanos, las libertades, el pluralismo y la diversidad como condiciones esenciales para el progreso, el desarrollo y la estabilidad.
El Parlamento marroquí, que hoy le acoge, tiene el honor de mantener relaciones de cooperación y diálogo con la Asamblea Nacional y el Senado franceses, estableciendo desde hace muchos años un hermanamiento institucional, lo que facilita el intercambio de buenas prácticas y de visitas y diálogo, en un contexto en el que la democracia institucional necesita más que nunca afluentes que la fortalezcan y consoliden la confianza de los ciudadanos en ella.
Una vez más, le doy la bienvenida, Excelentísimo Señor Presidente, y le invito a pronunciar su discurso.