El Presidente de la Cámara de Representantes, Rachid Talbi El Alami, subrayó, el jueves 19 de septiembre de 2024, en la sede del Parlamento Panafricano (PAP) en Midrand, que el desarrollo de África está intrínsecamente ligado a la educación, que debe ampliar los horizontes de la juventud africana, dándole esperanza en el futuro, dignidad, oportunidades de empleo y mejores condiciones de vida.
En un documento publicado al margen de la reunión de la 12ª Conferencia Anual de Presidentes de Parlamentos Africanos, que se celebra en el marco del periodo de sesiones de Septiembre del PAP, el señor Talbi El Alami destacó que su participación en este evento encarna el firme compromiso del Parlamento del Reino de Marruecos de contribuir con ideas, reflexiones y propuestas destinadas a fortalecer la acción conjunta africana y a desarrollar las instituciones del continente.
«Todos coincidimos en que la educación, después de la paz y la estabilidad, constituye hoy el tema central para nuestro continente», subrayó. Asimismo, se congratuló por la acertada elección del Parlamento Panafricano al destacar el tema “Educar a un África adaptada al siglo XXI: construir sistemas educativos resilientes para aumentar el acceso a un aprendizaje inclusivo, sostenible, de calidad y adecuado en África”.
El Presidente de la Cámara de Representantes remarcó que la educación, además de ser un derecho humano fundamental, es un requisito previo para el desarrollo y una palanca esencial para reforzar la democracia y la participación, sobre la base de una elección consciente.
Para el señor Talbi El Alami, no cabe duda de que el paso necesario para la reforma de la educación en África comienza con un diagnóstico, es decir, un diagnóstico de este sector y de este servicio público, en términos de infraestructuras, necesidades y recursos humanos y financieros esenciales, así como mediante la identificación de los puntos fuertes y débiles de este sector vital.
Entre los puntos de referencia para la reforma, explicó, están los que van al corazón de la equidad, los derechos fundamentales y la gobernanza, a saber, la democratización de la educación y de los servicios educativos y de enseñanza, que garantice el acceso universal a este servicio público y haga que las escuelas, institutos y universidades estén abiertos a todos.
Según el señor Talbi El Alami, se trata de extender la educación a todas las categorías sociales y al conjunto del país, en términos de infraestructuras, capacidad de acogida y recursos humanos, así como la planificación a corto, medio y largo plazo y la definición de objetivos que tengan en cuenta los cambios demográficos de nuestros países, las transformaciones económicas y la evolución del sector de los servicios.
«Frente a estos desafíos, es innegable que nos enfrentamos a grandes retos al aspirar a desarrollar nuestros sistemas educativos», declaró el Presidente de la Cámara de Representantes, argumentando que en primera línea de estos retos se encuentra el obstáculo de la financiación de la educación, que representa una parte importante del gasto público en nuestros países, lo que exige creatividad e innovación en la movilización de los recursos financieros.
En este sentido, considera que hay que esforzarse por animar al sector privado africano a financiar la educación pública a través de asociaciones y compromisos mutuos, en forma de asociaciones público-privadas (APP). «La educación debe estar en el centro de las asociaciones y los programas de cooperación que unen a nuestros países, en particular a los más necesitados de recursos, y debe integrarse en todos los acuerdos y proyectos que se pongan en marcha», sugirió.
Del mismo modo, el señor Talbi El Alami destacó la importancia de crear universidades africanas conjuntas, institutos de formación y centros de reflexión que adopten un enfoque transfronterizo en sus reflexiones, propuestas y formación.
El segundo reto, explica, reside en el grado de disponibilidad de nuestros recursos humanos encargados de la enseñanza, la formación, la educación y la capacitación de formadores. «Es necesario, pues, favorecer la movilidad y el intercambio de profesores entre los países africanos y formar a los profesores fuera de los países que no disponen de infraestructuras de formación suficientes», recomienda.
Asimismo, considera imperativo frenar la fuga de cerebros de África a otros continentes, creando un entorno propicio para su desarrollo, en particular reforzando las infraestructuras de investigación, ofreciendo condiciones de trabajo atractivas y favorables e introduciendo incentivos adecuados.
El tercer reto, señala el señor Talbi El Alami, se refiere a la capacidad de nuestros sistemas educativos para aprovechar los inmensos cambios tecnológicos que se están produciendo en el mundo y de la inteligencia artificial, con el fin de ofrecer servicios de aprendizaje adaptados a nuestras circunstancias y culturas.
«Teniendo esto en cuenta, los parlamentarios africanos debemos abogar, como he sostenido de manera constante, por la accesibilidad a los inventos y tecnologías a costes asequibles y, en ocasiones, simbólicos», declaró. Añadió que el progreso tecnológico y sus logros son el resultado colectivo de las contribuciones de diversas civilizaciones y culturas a lo largo de la historia, lo que implica que, de un modo u otro, son producto de la humanidad y patrimonio de toda la humanidad.
Traducido de la MAP