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Alocución del Presidente de la Cámara de Representantes con motivo de la apertura de los trabajos de la Reunión Consultiva de los Presidentes y representantes de los Parlamentos nacionales africanos miembros del Parlamento Panafricano

08/07/2021

Señoras y señores Presidentes y Jefes de delegaciones,

Estimados hermanos y amigos,

Señoras y señores,

En primer lugar, quisiera darles la bienvenida aquí en Rabat, en esta buena parte de Marruecos, en su segundo país y entre sus hermanos que comparten con ustedes una memoria y un horizonte, una serie de valores africanos y cósmicos luminosos, así como el camino y las ideas orientadas hacia el futuro.

Al inicio de este importante encuentro, quisiera expresar mi más sincero agradecimiento y reconocimiento a Sus Excelencias por la gran atención que prestan a las preocupaciones, cuestiones y prioridades de nuestro continente africano, un interés que revista numerosas formas. Han expresado este interés en ocasiones, demostrando su voluntad de fortalecer las relaciones bilaterales entre los países y los pueblos que representan, y en muchas ocasiones, se materializa en su compromiso activo para impulsar la acción multilateral desde las diversas organizaciones e instituciones políticas, económicas y parlamentarias africanas que nos unen.

Su presencia hoy viniendo de múltiples geografías y países africanos, aguantando las dificultades del viaje en estas condiciones sanitarias tan excepcional, para participar en esta reunión consultiva que tiene por objeto intercambiar puntos de vista sobre las formas de promover la labor parlamentaria en el Parlamento Panafricano, es una prueba de su serio compromiso consistente en permitir a nuestra institución cumplir su papel, al servicio de los intereses de los pueblos africanos, y evitar todo lo que pueda obstaculizar el cumplimiento de nuestra aspiración común, a saber, el establecimiento de una África unida a nivel institucional, capaz de hacer oír su voz en la escena internacional.

Marruecos, desde su vuelta a la Unión Africana, a su casa y entre su familia, ha vuelto a ejercer su derecho de pertenencia institucional en su continente. En la realidad, nunca ha abandonado África, sino que sólo ha dejado de cumplir sus actividades en la Organización de la Unidad Africana, denominada hoy en día la Unión Africana, después de que cambió la visión y se ampliaron las perspectivas. Marruecos ha regresado después del fin de la Guerra Fría y del cambio de las ideologías que prevalecían en el mundo, y en África en particular. Marruecos también ha regresado impulsado por la insistencia de sus hermanos y amigos, y gracias a sus estímulos solidarios y a sus garantías sinceras respecto a la unidad de África y la complementariedad de las voluntades en nuestro continente.

En este contexto, recordamos el discurso de Su Majestad el Rey Mohammed VI, que Dios Le Proteja, con motivo de la Cumbre Africana en Adís Abeba el lunes 3 de julio de 2017: "Siempre nos animó la convicción de que África puede convertir sus retos en un auténtico potencial de desarrollo y estabilidad… Marruecos quiere contribuir a la emergencia de una nueva África: un África fuerte y audaz que asume la defensa de sus intereses, una África influyente en el concierto de las Naciones Unidas. A fin de precisar esta nueva África, conviene librarse de las ilusiones y rechazar las quimeras. La nueva África que deseamos debe apoyarse, por el contrario, en una visión concreta y pragmática, capaz de dar lugar a un África conquistadora y solidaria… Para ello, es fundamental, a nuestro juicio, que los Estados africanos se fijen objetivos realistas y pragmáticos, basados en las prioridades reales del continente. África ya no necesita eslóganes ideológicos, sino más bien acciones concretas y decididas en los campos de la paz, la seguridad y el desarrollo humano. Marruecos cree en la capacidad de África para renovarse y estimular su propio impulso. Siendo evidentes los límites de la cooperación clásica Norte-Sur para relevar el desafío de la emergencia, África debe recurrir, principalmente, a la cooperación inter-africana, así como a las cooperaciones estratégicas y solidarias entre países hermanos." (Fin del discurso de Su Majestad el Rey).

De ahí, creo personalmente que unos de los aspectos de la vulnerabilidad y la debilidad de los proyectos de desarrollo en varios países africanos nunca habrían sido un obstáculo para lograr la deseada unidad africana y reconstruir África sobre nuevos principios y fundamentos jurídicos.

Asimismo, la "teoría de la conspiración" no es y nunca ha sido válida para justificar el retraso de algunos países africanos en lo relativo al desarrollo y la visión futura. Uno de los obstáculos más importantes para la unidad institucional de nuestro continente es la insistencia de algunas partes en dar prioridad a las agendas políticas mezquinas, contrarias a los objetivos de la Unión Africana y sus instituciones, y que no reflejan nuestra voluntad colectiva de reconstruir nuestros horizontes y encaminarnos hacia el futuro que todos debemos construir.

Lamentablemente, uno de los abusos más notables que nuestro Parlamento Africano ha conocido recientemente, y me refiero aquí en particular al abuso por parte del Presidente interino de su cargo para aprobar indebidamente resoluciones que sirven los intereses políticos de algunos Estados, mientras que se supone que este cargo se limita exclusivamente a la gestión de los asuntos cotidianos de la institución hasta la elección de un nuevo Presidente, de conformidad con el Reglamento Interno.

Estos actos son un claro indicador de la ausencia del control institucional y una evidencia del gran vacío jurídico que afecta a la credibilidad de nuestra institución, que debemos remediar y evitar en el futuro e incluso tomar las decisiones responsables necesarias para que no se repita esto.

Más grave aún, los disfunciones registrados en el cuarto período ordinario de sesiones de la quinta legislatura del Parlamento Africano, celebrado en Midrand entre el 20 de mayo y el 4 de junio de este año, contradicen el espíritu de la práctica democrática y la democracia interna y limita la libertad del Parlamento Panafricano para elegir a su Presidente y a sus representantes en los diversos órganos de esta distinguida institución, en un momento en el que todos aspiramos a superar el retraso del  trabajo de nuestra institución debido a las condiciones sanitarias excepcionales que atraviesa el mundo.

Estimados presidentes,

La repetición de estas prácticas irresponsables en el seno del Parlamento Panafricano amenaza con profundizar la crisis de confianza entre los votantes africanos y sus representantes, y también puede destrozar sus esperanzas de ver un Parlamento africano que debate y resuelve los problemas de los ciudadanos africanos, y encarna los valores democráticos de la libertad de elección sin someter las instituciones al control y orientarlas para que sirvan proyectos propios y egos estatales que perjudican nuestro gran proyecto continental.

Ante los numerosos desafíos a los que se enfrenta nuestro continente, como el cambio climático, el débil desarrollo económico, el aumento de los conflictos armados y no armados, la apuesta de la creación de una zona de libre comercio continental— y la necesidad de eliminar las fronteras para la libre circulación de persona y bienes — era necesario para nosotros fortalecer el papel de nuestras instituciones para que estos proyectos tengan éxito y cumplan con los requisitos de la etapa y los compromisos del futuro. La institución del Parlamento Panafricano, con sus atribuciones, competencias y papeles, se convierte hoy en día en un actor clave para lograr la integración africana que todos buscamos.

Los reiterados abusos de nuestra labor en el seno del Parlamento Africano exigen que revisemos la base jurídica sobre la que se basa la labor de los órganos y las comisiones de nuestras instituciones, una revisión encaminada a mejorar, perfeccionar y colmar las lagunas y deficiencias jurídicas, a fin de consolidar la labor democrática y permitir que esta distinguida institución cumpla sus funciones debidamente.

Esta reunión constituye uno de los aspectos de la acción parlamentaria conjunta mediante la cual aspiramos a intercambiar opiniones y puntos de vista para llegar a un consenso entre las diversas delegaciones parlamentarias presentes, de acuerdo con los principios fundamentales de nuestra distinguida institución y dentro del pleno respeto al espíritu de la acción parlamentaria multilateral.

Para conseguir este objetivo, una de las propuestas más importantes que podemos hacer, es la necesidad de enmendar el Reglamento Interno de modo que garantice su supremacía sobre las demás referencias jurídicas, a fin de evitar todo conflicto entre las leyes en vigor y disipar toda confusión que pueda surgir en la interpretación de algunos textos jurídicos, hecho explotado a menudo por algunos que no sitúan el interés común entre sus prioridades.

Estoy seguro de que sus valiosas intervenciones e interacciones positivas en esta reunión consultiva enriquecerán el debate, mediante propuestas constructivas tendientes a promover la labor del Parlamento Panafricano a fin de lograr la deseada unidad africana y atender a las aspiraciones de nuestros pueblos.

 

Una vez más, les deseo una feliz estancia en el Reino de Marruecos y para esta reunión mucho éxito