La Mesa de la Asamblea Parlamentaria de la Unión para el Mediterráneo (AP-UpM) decidió crear un grupo de trabajo encargado de examinar y seguir la fase pos-COVID-19, cuya presidencia fue atribuida al señor Habib El Malki, Presidente de la Cámara de Representantes, durante una reunión de dicha Mesa celebrada el miércoles 16 de junio de 2021 por videoconferencia, en presencia del Presidente del Parlamento Europeo y de la Asamblea, David Sassoli, así como de los demás miembros de la Mesa.
En su alocución en esta ocasión, el señor El Malki subrayó que si bien la globalización impone a los países del mundo agruparse a nivel regional con el objetivo de completarse y valorar sus logros, la región mediterránea sigue siendo considerada uno de los mercados menos integrados económicamente en el mundo, aunque es una de las regiones más importantes, representando el 20% del volumen del comercio mundial.
El Presidente de la Cámara de Representantes repasó los motivos de la notoria disparidad entre las dos orillas del Mediterráneo, que resumió en la inestable situación de seguridad en Oriente Medio y Norte de África, especialmente en Libia, Palestina y Siria, además de la problemática de la migración transmediterránea explotada por mafias de tráfico de personas, haciendo referencia a la cooperación y coordinación entre las partes europea y africana para afrontar este fenómeno, y destacando los esfuerzos de Marruecos en este sentido como país de residencia y tránsito.
El Sr. El Malki llamó la atención sobre la debilidad de las inversiones extranjeras directas en los países del sur del Mediterráneo, los efectos negativos del cambio climático, la disminución de la cubierta forestal y la escasez de agua, "lo que empuja a la población de varias regiones a migrar en búsqueda de áreas más desarrolladas, y supone una pesada carga tanto para los países de tránsito como para los países de acogida."
El Presidente de la Cámara de Representantes llamó a los parlamentarios mediterráneos a obrar por consagrar más solidaridad y desarrollo común entre los países mediterráneos "para que esta región recupere su posición en tanto que cuna de las civilizaciones". Explicó que Marruecos había logrado sentar las bases de un desarrollo solidario y fortalecer la cooperación Sur-Sur con los países del continente africano y está dispuesto a compartir su experiencia en la región mediterránea.
Por otro lado, el Sr. El Malki llamó a confiar en las Naciones Unidas para encontrar una solución justa, duradera y mutuamente aceptable al conflicto artificial sobre el Sahara marroquí, a saber, Argelia y Marruecos, que se remonta al período de la Guerra Fría. “Esto contribuirá a la construcción de la Unión del Magreb, e inevitablemente repercutirá en la cuenca del Mediterráneo, ya que si se uniera la región del Magreb, se convertiría en una región más poderosa, lo conduciría a la prosperidad de los pueblos del Magreb, que pierden anualmente el 2 % de su producto interior bruto “PIB”, debido a la situación actual."
En el mismo orden de idea, destacó que la pandemia de COVID-19 había llamado la atención del mundo sobre la vulnerabilidad de la condición humana y que la salud "debería encabezar la lista de prioridades de los tomadores de decisiones". Concluyó que Marruecos está dispuesto a "desempeñar el papel de locomotora de la asociación euromediterránea basada en la paz, la seguridad, la dignidad humana y el desarrollo sostenible".