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Alocución del Presidente de la Cámara de Representantes con motivo de la XXVIII Asamblea Regional África de la Asamblea Parlamentaria de la Francofonía

Estimada/s colegas,

Excelencias,

Señoras y señores cada uno en su nombre y calidad,

En primer lugar, quisiera darles la bienvenida en mi nombre y en el de todos los miembros de la Cámara de Representantes. El Parlamento marroquí se siente honrado y orgulloso de acoger esta Asamblea Regional África de la APF, estando convencido de que será una oportunidad propicia para profundizar el debate sobre los temas de interés común incluidos en nuestra agenda.

Nuestra Asamblea tiene el mérito de reunir a los parlamentarios del espacio francófono y ofrecerles un marco para intercambiar opiniones sobre lo que les une y acercar los puntos de vista con vistas a evitar lo que pueda separarles.

Desde 1967, esta auténtica receta nos ha permitido ser los portavoces del derecho a la diferencia, la convivencia pacífica, la solidaridad y los derechos humanos en su sentido más amplio, a partir de una referencia lingüística común. En definitiva, se trata de una forma de ver las cosas según la cual cada uno de nosotros, tendiendo a lo universal, puede aprovechar su propia experiencia histórica y su especificidad.

Hoy, más que nunca, estamos llamados a ser solidarios en el marco de esta sesión, marcada por una triple crisis sanitaria, económica y climática que se extiende a los cuatro rincones del planeta. El espectro de esta crisis amenaza a toda la humanidad, especialmente a las categorías más vulnerables, estando muchas de ellas en África.

En este difícil contexto, siguen surgiendo viejos y nuevos conflictos en todo nuestro continente. A pesar de que los países africanos comparten los ideales y principios democráticos -una tendencia básica que nuestra voluntad parecía hacer irreversible- esto no ha impedido que en África surjan los levantamientos y los intentos de tomar el poder por la violencia.

Señoras y señores,

Sería ilusorio hablar de la estabilidad y el desarrollo si el entorno africano no se libra de los numerosos y apremiantes desafíos que lo marcan, ya sea la amenaza del terrorismo y el extremismo violento, el resurgimiento de los cambios inconstitucionales de Gobierno o los diversos impactos del calentamiento global.

Frente a estos retos, es necesario mantener el compromiso con los valores fundamentales de la APF: la democracia, el respeto al Estado de Derecho, la igualdad de género y los derechos humanos, así como demostrar un compromiso más concreto, decidido y activo con la cooperación interafricana.

En este sentido, la Zona de Libre Comercio Continental Africana (ZLECAF) representa una herramienta eficaz para aprovechar al máximo el potencial de nuestro continente. En efecto, su aplicación efectiva contribuirá a la intensificación del comercio intraafricano y estimulará un crecimiento sólido que fomentará el empleo de los jóvenes y el empoderamiento de las mujeres. En consecuencia, la puesta en marcha de la ZLECAF significa una mayor competitividad económica, un mayor dinamismo comercial, así como una mayor resistencia de nuestro joven continente a los riesgos actuales y futuros a escala mundial.

Así pues, las partes actoras en el marco de la ZLECAF deben aunar esfuerzos para proseguir y completar su puesta en marcha. Se trata especialmente de abordar las cuestiones relativas a la liberalización arancelaria, el comercio de servicios y la realización de las infraestructuras necesarias.

Asimismo, no cabe duda de que la igualdad de género es un motor del desarrollo y una condición esencial para el establecimiento de sociedades pacíficas, inclusivas y resistentes.

En consecuencia, es fundamental asegurar que las mujeres y las niñas tengan acceso a la educación, a la igualdad de oportunidades en cuanto al empleo y a los puestos de decisión a todos los niveles.

Consciente del fuerte vínculo existente entre la igualdad de género y el desarrollo, el Reino de Marruecos, de acuerdo con la Alta Voluntad de Su Majestad el Rey Mohammed VI, ha situado la paridad y la representación de las mujeres en los puestos de decisión entre las prioridades de sus grandes reformas.

Señoras y señores,

Tenemos también cuestiones ecológicas urgentes. Aunque África es el continente con menos emisiones de gases de efecto invernadero del mundo, su desarrollo socioeconómico se ve seriamente amenazado por la crisis climática.

Nuestro continente experimenta un aumento constante de la temperatura, una acelerada subida del nivel del mar, inundaciones y sequías, lo que causa inseguridad alimentaria e hídrica, escasez de recursos naturales y desplazamientos de la población.

Los efectos del cambio climático en África nos recuerdan la necesidad de participar en la lucha constante contra el calentamiento global y la puesta en marcha de estrategias responsables y sostenibles que puedan contribuir a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Por su parte, Marruecos, que acogió la COP 22, mantiene su compromiso inquebrantable con la protección del medioambiente. De este modo, se han establecido objetivos muy ambiciosos y se han logrado avances significativos en el desarrollo de las energías renovables.

Además, al ser uno de los continentes más vulnerables al cambio climático, nuestro continente dispone de unas inmensas perspectivas para aprovechar todo su potencial en materia de energías renovables.

Señoras y señores,

Permítanme concluir reiterando que es más necesario que nunca actuar como un bloque unido que hable con una sola voz y sea capaz de tener peso en la escena internacional. Nuestra unidad como parlamentarios en la APF y como africanos nos permitirá abogar eficazmente a favor de la causa de África, llamando a la solidaridad mundial contra el nacionalismo estrecho y poniendo fin a la exclusión de ciertos pueblos o regiones de los beneficios del progreso.

Debemos mantenernos optimistas y tratar de ver esta crisis multidimensional como una oportunidad para dar un nuevo significado al multilateralismo y a la solidaridad internacional, principios que están en el centro de la acción de la Francofonía.

Atrevámonos a creerlo. En un mundo irreductible, la respuesta a los múltiples retos globales podría surgir de nuestra forma de ver.

Gracias por su atención.

APF