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Alocución del Presidente de la Cámara de Representantes con motivo de la apertura del encuentro interactivo sobre “La Consolidación del Liderazgo Femenino”

Excelentísima señora Neill Stewart, Embajadora de Canadá ante el Reino de Marruecos,

Excelentísimo señor Simon Martin, Embajador del Reino Unido,

Estimadas colegas miembros de la Asamblea Nacional de la República Democrática del Congo,

Señor Anthony Smith, director general de la Fundación Westminster para la Democracia,

Estimada/os colegas,

Señoras y señores,

Me siento sumamente feliz al inaugurar este encuentro interactivo, organizado por la Cámara de Representantes en asociación con la Fundación Westminster para la Democracia y el Fondo Canadiense para Iniciativas Locales, sobre un tema de actualidad y de gran importancia en el contexto de las reformas institucionales y sociales que nuestro país está llevando a cabo con audacia y de forma voluntaria y decidida, pero sobre la base de la progresividad y la construcción a partir de la acumulación. Se trata de "los elementos que consolidan el liderazgo de las mujeres".

Quisiera destacar en primer lugar la singularidad de la conmemoración por parte de la Cámara de Representantes, este año, del Día Internacional de la Mujer, y que consiste en lo siguiente:

En primer lugar, la celebración de este encuentro a través del cual estamos reflexionando y buscando conjuntamente los modos, mecanismos y elementos de fortalecimiento del liderazgo femenino, tanto en la sociedad como en las instituciones, específicamente las instituciones representativas elegidas,

En segundo lugar, al conmemorarlo conjuntamente con países con los que compartimos altos valores humanos e intereses, y sin duda nos une la inquietud por la construcción del futuro.

Se trata del Reino Unido, representado por su Embajador, Su Excelencia señor Simon Martin, con el que celebramos el 800º aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas hace dos años, de Canadá, país con el que celebramos este año el 60º aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas, con la participación de su Embajadora, Su Excelencia señora Neill Stuart, en la conmemoración de este Día Mundial, así como de la República Democrática del Congo, en presencia de una delegación de su Asamblea Nacional, país con el que compartimos la auténtica pertenencia africana y las políticas de defensa de África y su desarrollo.

No es necesario enumerar los aspectos de amistad, cooperación e intercambios que existen entre Marruecos y estos países amigos, que van más allá de los intereses materiales, hacia los valores, a saber: los valores de la democracia, el pluralismo, la creencia en el derecho a la diferencia, la libertad, los derechos humanos, la tolerancia y la apertura, la lucha contra el extremismo y la intolerancia, y la defensa de la paz y la justicia internacionales, en un contexto en el que la humanidad necesita más que nunca  este modelo de relaciones y la preservación de estos valores universales.

En el centro de estos valores, señoras y señores, están los derechos de la mujer y los mecanismos que garantizan su empoderamiento material y social y facilitan su acceso a los puestos de decisión política, institucional y pública, y a los puestos de responsabilidad en las empresas privadas, consagrando así la equidad y aspirando a lograr la paridad e igualdad que requieren, principalmente, el establecimiento de una cultura que cree en estos valores, los apoya y se opone a la discriminación por motivos de género, así como la corrección de las actuales percepciones sociales erróneas en la interacción con los derechos y la condición de la mujer en las sociedades.

A tal efecto, nuestro país ha adoptado reformas audaces para garantizar los derechos de la mujer y facilitar la equidad. Tras la aprobación del Código de la Familia por el Parlamento en 2004, que se considera una audaz reforma legislativa en nuestro entorno regional, y de la lista nacional de las elecciones legislativas desde 2002, nuestro país ha acumulado importantes reformas, que culminaron con la Constitución, ratificada por medio del referéndum en 2011, que establece que “tanto el hombre como la mujer gozan de los mismos derechos y las mismas libertades civiles, políticas, económicas, sociales, culturales y humanas"; y que "el Estado obra por lograr el principio de igualdad entre hombres y mujeres y crear una Autoridad para la Paridad y la Lucha contra todas las formas de discriminación" (Artículo 19 de la Constitución del Reino).

Al implementar políticas públicas a favor de la mujer, se han establecido leyes importantes en materia de lucha contra la discriminación, así como de prevención y castigo de la violencia contra las mujeres, mientras que sus derechos han sido enunciados de una forma u otra en otras legislaciones básicas.

En lo tocante al aspecto político e institucional, si nos enorgullecemos de la participación de las mujeres en las elecciones en Marruecos desde las primeras elecciones celebradas en nuestro país, tanto electoras como candidatas, el aumento creciente de la presencia de mujeres en las instituciones electas a medida que es reconfortante, interpela nuestra inteligencia colectiva con vistas a alcanzar la paridad en el horizonte previsible. El número de mujeres miembros de la Cámara de Representantes ha aumentado de dos mujeres en las Legislaturas de 1993-1997, a 95 mujeres durante la actual Legislatura, lo que representa el 24,3%, frente al 26,64% en las colectividades territoriales.

Me complace mucho colaborar estrechamente con cuatro mujeres miembros de la Mesa de la Cámara de Representantes (que representan el 7,30%), elogiando la generosidad, la dedicación y la presencia de todas las mujeres miembros de la Cámara, así como su rendimiento institucional y político y su perseverancia en lo relativo al control, la legislación, la evaluación y la diplomacia parlamentaria, sabiendo que todas las mujeres miembros de la Cámara tienen un alto nivel académico y grandes habilidades científicas, lo que es un motivo de orgullo.

A todas las colegas parlamentarias, las funcionarias de la Cámara y, a través de ellas, a todas las mujeres marroquíes, un sincero saludo y reconocimiento.

Señoras y señores

Los logros alcanzados en cuanto a la consolidación de los derechos de las mujeres y su acceso a los puestos de decisión política e institucional no habrían sido posibles sin la alta atención que Su Majestad el Rey Mohammed VI, que Dios le asista, presta a la causa de la mujer y su empoderamiento, y sin la voluntad y determinación de Su Majestad de colocar a la mujer en el centro de todas las políticas generales y públicas y su esmero para que obtenga sus derechos.

 

Esta voluntad real se entrecruza con la movilización de los partidos políticos nacionales serios y de amplios sectores de la sociedad civil y actores sociales con los mismos fines.

 

Si bien no es imposible lograr la igualdad, esto requiere, además de la voluntad política y una visión liberal, la paciencia, el empoderamiento de las niñas y las mujeres del mañana respecto a la educación, la enseñanza y la formación, al ser un medio de desarrollo social y de independencia en el pensamiento y en la toma de decisiones y de apertura, así como la liberación de la cultura de la sociedad de las tendencias masculinas contra los derechos de la mujer y la internalización de los valores de igualdad.

 

Por otro lado, se requiere la aplicación de la paridad en los órganos políticos para lograr este objetivo, con el fin de consolidar la pedagogía de la ejemplaridad, y teniendo en cuenta sus papeles en la formación de los ciudadanos para participar en lo público.

Señoras y señores

La inclusión de la mujer en el desarrollo no es solo una opción, sino una necesidad, puesto que no se puede permitir la marginación de grandes categorías de la sociedad. Para subsanar esta laguna, la visión del Nuevo Modelo de Desarrollo ha colocado a la mujer en el centro de este modelo acordado por los componentes de la nación.

Con motivo del Día Internacional de la Mujer, debemos resaltar los aspectos de éxito de las mujeres marroquíes al frente de instituciones constitucionales e instancias de gobernanza, como presidentas de empresas, parlamentarias, ministras, embajadoras y presidentas de empresas públicas estratégicas, pero también como soldadas y oficiales que contribuyen a la protección de las fronteras de la patria, y como policías que velan por la seguridad de la sociedad, como líderes en la economía social y solidaria, como agricultoras en el Marruecos profundo, como artistas creadoras y trabajadoras que trabajan duro para dar a conocer la marca de Marruecos, como juezas y profesoras, educadoras de generaciones, médicos, enfermeras y funcionarias. Se trata del aspecto brillante de Marruecos en lo que respecta a la igualdad y la emancipación de la mujer, así como de un logro del cual debemos estar orgullosos.

 

Se espera mucho de ustedes como legisladoras electas para mejorar las condiciones de las mujeres y adoptar leyes y políticas que faciliten la igualdad. Estoy convencido de que este encuentro interactivo romperá las barreras de pertenencia partidista entre ustedes, con el objetivo de abordar de manera diferente la cuestión de la mujer, teniendo en cuenta que el Grupo Temático sobre la Paridad e Igualdad previsto en el Reglamento Interno de la Cámara constituye un marco para apoyar y fortalecer los logros de las mujeres en diversos ámbitos.

 

No cabe duda de que estos encuentros interactivos, que permiten conocer mejor las prácticas internacionales comparadas, también les permitirán dar a conocer los logros marroquíes respecto a la causa de las mujeres. Estoy agradecido con nuestros socios internacionales, incluyendo nuestro socio, la Fundación Westminster para la Democracia, nuestros socios canadienses y nuestros dos profesores expertos.

Les deseo mucho éxito en este encuentro y les estoy agradecido por su atención.