El Vicepresidente de la Cámara de Representantes, Mohammed Sabbari, ha pronunciado en nombre del Presidente de la Cámara de Representantes, Rachid Talbi El Alami, la siguiente alocución con motivo de apertura de la Jornada Parlamentaria:
Señor Jefe de Gobierno;
Señor Presidente de la Unión Interparlamentaria y querido colega;
Colegas Presidentas y Presidentes de los Parlamentos Africanos;
Señoras y señores Ministras y Ministros;
Estimada/os colegas parlamentaria/os;
Señor Coordinador de la Alianza para un Gobierno Abierto;
Señoras y señores responsables de las organizaciones no gubernamentales;
Señoras y señores responsables de las organizaciones internacionales;
Señoras y señores;
En nombre de mi colega, el señor Rachid Talbi El Alami, Presidente de la Cámara de Representantes, tengo el honor de transmitirles sus calurosos saludos e informarles que le hubiera deseado asistir a este Encuentro, pero una misión africana que le ha sido asignada le ha impedido estar aquí con nosotros.
En nombre del Presidente y en su representación, les aseguro que en la Cámara de Representantes nos complace organizar esta Jornada Parlamentaria, que se celebra en el marco del Encuentro Regional de la región de África y Oriente Medio sobre la Alianza para un Gobierno Abierto, organizada bajo el alto patrocinio de Su Majestad el Rey Mohammed VI. Este Encuentro es una ocasión singular y creativa que reúne, tal vez por primera vez, a los Gobiernos, los Parlamentos, a las organizaciones de la sociedad civil, a los responsables de las colectividades territoriales, a los representantes de las organizaciones internacionales y a algunos donantes internacionales, para un debate interactivo sobre nobles cuestiones.
En primer lugar, quisiera dar la bienvenida a todos, al Presidente de la Unión Interparlamentaria, a la/os colegas Presidentas, Presidentes y miembros de los Parlamentos africanos, a los representantes de los gobiernos centrales y locales y a los responsables de la sociedad civil africana, agradeciendo a la Alianza para un Gobierno Abierto, la elección del Reino de Marruecos para albergar este importante encuentro, como muestra del apego de nuestro país, Parlamento, colectividades territoriales y organizaciones no gubernamentales, a los valores y principios de Alianza para un Gobierno Abierto, las políticas y reformas que exige y los compromisos que este apego implica.
Si la intensa y diversa presencia en este Encuentro refleja la voluntad colectiva de diálogo sobre cuestiones que hoy están en el centro de las problemáticas del contexto internacional actual, encarna también la confianza y el reconocimiento de los que goza el Reino de Marruecos a nivel internacional, principalmente en África y Oriente Medio. Nuestro país no es solo un pilar de la estabilidad regional, continental e internacional, sino también una tierra de decisiones africanas e internacionales. Desde Casablanca, nació en 1961 la idea de la creación de la Organización de la Unidad Africana (OUA). En Marrakech, hace 28 años, fue fundada la Organización Mundial del Comercio (OMC) y en 1994 fue firmado el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), que había lanzado una dinámica decisiva del comercio internacional. Hace seis años, Su Majestad el Rey Mohammed VI, junto con varios de sus hermanos Jefes de Estados africanos, lanzó, en el marco del 22° Cumbre sobre el cambio climático en 2016, iniciativas concretas de apoyo y asociación entre los países del continente, en particular la Iniciativa de Adaptación de la Agricultura Africana (AAA).
Señora/e Presidenta/es,
Querida/os colegas;
Señoras y señores;
Las problemáticas abordadas en este Encuentro Regional están en el centro de la competencia de los Parlamentos y son de gran actualidad para nuestros pueblos africanos, que aspiran al desarrollo y la prosperidad y que están comprometidos con la consolidación de la edificación democrática e institucional. La problemática de la deuda pública, en particular la deuda externa, encabeza, en el marco post-COVID-19 y las repercusiones del difícil contexto geopolítico internacional, las preocupaciones de la mayoría de los países, Gobiernos y Parlamentos africanos, que tienen la responsabilidad de abogar ante los donantes internacionales para aliviar la carga de la deuda de nuestros países.
Sin lugar a dudas, los discursos de solidaridad internacional con África, el apoyo y la llamada "Ayuda para el Desarrollo" se están poniendo a prueba hoy, tal como la solidaridad mundial fue puesta a prueba ayer durante la pandemia de COVID-19, cuando África ha hecho frente a la pandemia y sus consecuencias armándose de sus propios medios.
Señoras y señores;
Estamos discutiendo en este encuentro de otras cuestiones que no son menos importantes que la gestión de la deuda pública y la transparencia, al igual que el acceso equitativo a los servicios públicos y los equipamientos básicos, la digitalización, la justicia espacial, las cuestiones de género, la transparencia y el acceso a la información. Cuando África hace frente a estas problemáticas y las colocamos en el centro de nuestras políticas públicas, lo hacemos por elección consciente y voluntaria, en vista de las necesidades nacionales y no para satisfacer a ninguna parte extranjera.
Si estos proyectos son entre los pilares para construir la democracia y darle un significado concreto, necesitan la financiación necesaria, una verdadera asociación internacional, una firme voluntad de transferir la tecnología del norte al sur, especialmente a África, y políticas apoyadas internacionalmente para transformar el potencial de nuestro continente en riqueza productiva generadora de ingreso decente y prosperidad.
Las experiencias internacionales en la historia contemporánea han demostrado que ninguna nación ha logrado prosperar sin un apoyo estructural sostenible. África, que está en el centro de los principales retos internacionales y las grandes potencias compiten para explotar su riqueza, es el continente del futuro, con sus jóvenes recursos humanos, sus fértiles tierras agrícolas (60% de la tierra cultivable del mundo), sus costosos recursos primarios, sus playas que son de casi 26000 kilómetros, y sus océanos y mares que rodean al continente. En consecuencia, África está habilitada a ser una tierra de las nuevas dinámicas económicas y a atraer las inversiones, siempre que sea consciente de sus intereses, se oriente hacia el futuro y que sus países velen por el respeto de la voluntad y las elecciones del otro país y su integridad territorial.
Señoras y señores
Los Parlamentos desempeñan un papel crucial en la consecución de los objetivos y el logro de los valores de la Alianza para un Gobierno Abierto. Están llamados a adoptar la legislación necesaria para conseguir estos objetivos, ejercer el control a los Gobiernos en materia de asociación para un gobierno abierto y lo que se deriva de ello, someter, en tercer lugar, las políticas públicas sobre los valores y la filosofía de los Gobiernos Abiertos a la evaluación parlamentaria. Los parlamentos deben ante todo dar ejemplo a las sociedades en términos de transparencia, declaración del patrimonio y prevención de conflicto de intereses. Están llamados, asimismo, a estar cerca y a la escucha de la sociedad, especialmente las organizaciones de la sociedad civil capaces de movilizar iniciativas de las ciudadanas y los ciudadanos en el marco de la democracia participativa.
Dando de nuevo la bienvenida a las y los representantes de las organizaciones de la sociedad civil africana que participan en este encuentro, quisiera saludar la vigilancia de las y los dirigentes de estas organizaciones en nuestro continente, y resaltar su papel crucial en el enriquecimiento de la práctica democrática, en un contexto en el que necesitan más que nunca el apoyo. Los valores del voluntariado, la honestidad y la confianza en el potencial de África son indudablemente catalizadores de la movilización de la sociedad civil africana en lo que realiza en materia de desarrollo solidario, medioambiente, sensibilización, igualdad entre mujeres y hombres y derechos humanos. Sin embargo, esta noble labor llevada a cabo por la sociedad civil africana necesita la financiación, el apoyo y el acompañamiento para garantizar su sostenibilidad e independencia.
En tanto que Parlamentos, debemos tener presentes estos nobles papeles civiles y velar por el establecimiento de asociaciones productivas con la sociedad civil. La Alianza para un Gobierno Abierto ofrece valiosas oportunidades para esas asociaciones, especialmente en lo que respecta a la co-creación de los compromisos parlamentarios en el marco de este mecanismo internacional.
Si es necesario y más eficaz respetar los límites entre lo político, lo partidista y lo civil, los papeles y las funciones de los partidos, por una parte, y los papeles de las sociedades civiles, por otra parte, los objetivos siguen siendo los mismos, a saber: promover la construcción democrática en África de acuerdo con los contextos y la cultura de sus países, respetar sus decisiones y facilitar la participación consciente en la gestión de lo público a fin de consolidar la estabilidad, lo que es una condición esencial para el desarrollo y el progreso.
Como subrayó Su Majestad el Rey Mohammed VI en el discurso pronunciado con motivo de la 28ª Cumbre de la Unión Africana, " África puede y debe validar por sí misma sus procesos electorales, avalando de este modo la libre elección de sus ciudadanos.”
Debemos promover el intercambio de conocimientos entre nuestros Parlamentos en este ámbito, y adoptar una mayor apertura sobre la base de la institucionalización y la orientación jurídica. Debemos elaborar estrategias coordinadas para abogar por nuestro continente, defender sus intereses y levantar la injusticia que se le impone, a consecuencia de un sistema internacional injusto, especialmente hacia África.
Querida/os Colegas,
Señoras y señoras,
Los valores, los principios, los ideales y los retos de los Gobiernos, los Parlamentos y los grupos abiertos están sin duda en el corazón de las funciones y competencias de las instituciones legislativas, ya que el objetivo común y estratégico es consolidar la práctica democrática, el Estado de las instituciones y la garantía de los derechos humanos. Para ello, los africanos debemos cooperar con todos los componentes de nuestras sociedades. De hecho, en el Norte hay muchas fuerzas, energías y organismos que defienden la justicia para África y su renacimiento.
En este sentido, permítanme mencionar a una de estas distinguidas personalidades internacionales, el señor Duarte Pacheco, Presidente de la Unión Interparlamentaria.
Bienvenidos de nuevo a su segundo país, ustedes están entre su familia, hermanos y colegas.
Gracias por su atención.